Tal cual. Uno más y me parece, como cada 31 de diciembre, algo increíble. Que mal llevo esta velocidad vertiginosa que no sé en qué momento empezó a apoderarse de las manecillas de mi reloj. Pero resulta que sí, que han pasado 365 desde la última vez que reparaba en ello. 2015 ha sido otro gran año, por supuesto con sus bajones, sus momentillos complicados, sus lagrimitas, sus disgustos... pero sobre todo con sus risas, sus éxitos, sus amaneceres y sus puestas de sol, sus lugares, sus personas... Recuerdo que empecé el año tomando decisiones, siguiendo eso en lo que tanto creo de que, en la vida, hay que hacer lo que a uno le hace feliz. Ahí radica el éxito. No en ganar más dinero o tener un modelo mejor de teléfono. Esto lo explica genial en sus clases mi amiga y compañera de batallas María José de Blog Moda Bebé, con quién no trabajo, sino que me divierto.

A veces, me gustaría tener una barita mágica, tocar a la gente con ella y quitarles todas sus tristezas y sus preocupaciones. Hace unos años, cuando en los trayectos de metro, autobús o tren no iba trabajando como hago ahora, fantaseaba a menudo con que encontraba la lámpara de Aladino y me rompía la cabeza pensando en qué tres deseos le iba a pedir al genio.

Mi gran preocupación era cómo aprovechar al máximo esos tres deseos, para que me cundieran lo máximo posible. Por ejemplo, pensaba en que uno de mis deseos sería que se cumplieran todos lo deseos de la gente buena y de buen corazón. Así con un solo deseo podría hacer muchas cosas y llegar a mucha gente. Otro deseo, por ejemplo, sería que desapareciera toda la gente mala y que hace daño. Y también, uno de los deseos quería utilizarlo para mí. Al genio le pediría que me devolviera a mi padre, que es lo que más podría desear. Pero entonces pensaba que mejor le iba a pedir que todos aquellos que habían perdido a alguien querido, lo tuvieran de vuelta. Aunque por un momento me preguntaba si no iba yo a causar un cataclismo mundial... y entonces recapacitaba y decía, "bueno, pues si no es para siempre, que vuelvan por 24 horas". Volver a tener un día entero a mi padre sería como mil deseos juntos cumplidos.

Una de las cosas que más me gusta cuando hago comidas o cenas en casa para mis amigos y familia es decorar la mesa. Copas de colores, bajoplatos, servilletas colocadas de manera especial, velas... y si esto ya lo trasladamos a la decoración de mesas navideñas, imaginación al poder.

En este post quiero enseñaros algunas mesas decoradas de Navidad, para que os inspiréis para estos días de fiestas, de comidas y de cenas navideñas. Podemos hacer mesas especiales con mil detallitos; eso sí, dejando espacio para la comida; no hagáis como yo que me emociono y luego no me caben los platos de comida ;-)

Pero dentro de lo moderado, podemos adornar la mesa con piñas, con bolas navideñas, con plantas de Navidad y bolitas rojas... ¿Y por qué no dejar un regalito en cada plato? Una mesa de celebración tiene que ser como vosotras la sintáis; no es necesario una vajilla o una cristalería carísima. Lo  importante es que sea especial y os invite a disfrutar de una velada de risas, conversaciones, brindis y buena comida. Aquí tenéis inspiración para todos los gustos. Espero que os ayude.

En los detalles está el acierto. En arriesgar, en salirse de lo habitual. Lo tengo claro. Para ser la invitada perfecta en una boda no basta con ir conjuntada. Por eso me encantan las propuestas atrevidas como las que he descubierto en Ana Franco. Colores vivos, volantes, estampados, escotazos, chisteras, guantes... os enseño algunas opciones que me parecen muy interesantes. Espero que os inspiren y os atreváis con alguna de ellas.

Ya os he contado alguna vez que tengo una amplia y variada trayectoria profesional de la que estoy muy orgullosa. Es decir, que he trabajado en muchas empresas y, como también os he dicho, de todas guardo algo bueno. Como Dominique. De hecho, este blog existe gracias a ella.

Conozco bien el Hotel La Mola Mas Bonvilar, en Terrassa, porque en los años que trabajé en la agencia de comunicación era una de nuestros clientes. Es un lugar precioso para organizar y vivir una boda. Y esta boda fusión medio inglesa medio española enmarcada en este paraje me cautiva.

David y Ashlee son una pareja inglesa que idearon una boda repleta de detalles, con aire español, con jamoncito, queso, vinito, flamenco y rumba. De verdad que no puede gustarme más. El catering y la deco es de 21 de marzo, con un riquísimo gastrobar estilo picoteo, al aire libre bajo un manto de lucecitas.

Los novios tienen dos hijos, niño y niña, preciosísimos, y a mi me maravilla que el "algo azul" de esta boda sea precisamente el novio y el niño. ¿Se puede ser más sweet? Las fotos son de 274Km Fotografía.

¿Os he hablado alguna vez de mi pavor al veloz paso del tiempo? Increíble que ya hayan pasado 4 años desde nuestra boda. Y bueno, ya ni recuerdo aquel tiempo que estaba sin mi marido. 14 años juntos... No soy consciente de ello, nada consciente. No me da la sensación de que haya pasado tanto tiempo, porque aunque Gardel cantara que "20 años no es nada...", sí son, sí. En fin, que al final mi conclusión siempre es la misma; más vale que hayan pasado los años que no haber tenido la oportunidad de que pasaran.

También os he contado varias veces que los horarios de mi marido y los míos y nuestras profesiones son un poco caóticos, además de ocuparnos de nuestra casa, de las compras, de las clases, de vida las social, dormir (muy importante para mí)... y muchas veces resulta complicado tener ratitos para nosotros, Por este motivo cada vez más intentamos rascar y buscar esos días nuestros, para disfrutar de nosotros sin pensar en teléfonos, en partidos de fútbol, en clientes... Así que celebrar nuestro cuarto aniversario de boda era la excusa perfecta para pasar todas la horas posibles juntos.

Todavía recuerdo como si fuera ayer el día que mi amiga Eli me dijo que le habían detectado un cáncer de mama. Me dijo: "te tengo que decir una cosas pero tu no te asustes. Tengo un bulto en el pecho pero no pasa nada porque me voy a curar". Y se curó. De esto hace casi 3 años y mi amiga Eli está limpia de esa cosa mala que se llama cáncer.

Conocí a Eli durante los años de universidad. Las dos estudiamos Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Eli es una persona alucinante: tranquila, calmada, buena, cariñosa, inteligente, positiva siempre, risueña, bonita... Vamos, el tipo de personas de las que, como os he contado alguna vez, he decidido rodearme en esta vida. La quiero mucho.

Nunca hubiera dicho que Eli estaba malita. Ella decía que era como un resfriado constante. Durante ese proceso siempre la vi tan bien, tan positiva... y seguro que pasó miedo y seguro que lloró, pero yo no lo vi. Las sesiones de quimio seguro que fueron horribles, pero yo siempre vi a Eli como si no pasara nada. Recuerdo que me dijo un día: "para qué voy a estar mal. Si estoy mal la gente se preocupa y llora y me mira con pena. Necesito que me miren como siempre y que no se preocupen. Con que me preocupe yo ya es suficiente". Esas palabras se me quedaron grabadas.

Mi pedida de mano no fue bajo la Torre Eiffel en París, ni paseando en góndola por los canales de Venecia, ni en el último piso del Empire State en Nueva York. Mi pedida de mano fue en casa, en pijama, la noche de Reyes. Y fue perfecta.

Desde ese día siempre llevo mi anillo de pedida, un sencillo solitario de oro blanco con un pequeño diamante. Muy yo, muy cómodo, muy discreto y precioso :-)

Y es que, aunque no lo parezca, elegir un anillo de pedida no es algo tan sencillo y tan al azar como, a priori, pudiera parecer. Hace un par de años, en mi último viaje a Salamanca junto a mi marido, buscábamos una joya especial y llegamos hasta las Joyerías Aresso. Allí me indicaron algunos tips a la hora de escoger el anillo de compromiso perfecto que hoy quiero compartir con vosotras, y con vosotros principalmente jejeje, porque estoy segura de que os van a resultar muy interesantes.

Una boda puede significar muchas cosas, pero sobre todo, una boda representa emociones en estado puro. Esta boda celebrada en Sant Lluis de Ristol, un precioso lugar perdido en las montañas, está llena de sentimientos, de besos, de lágrimas, de sonrisas, de miradas de complicidad, de caricias, de abrazos... y todos captados por las cámaras de 274Km.

Además de sentimiento, esta es una boda repleta de detalles, con las maravillosas letras luminosas de 27 lletres, sillas decoradas con flores y corazones, un libro de firmas con polaroids, una refrescante barra de limonada, abanicos para las invitadas, un sitting de lo más colorido, música en directo, una deliciosa mesa dulce... y mención especial para la joya de corona de flores que lleva la novia de Sweet Boheme, que me parece una exquisitez.

Tengo que confesar que, si me volviera a casar de nuevo, le daría mucha más importancia de la que le dí a los zapatos. Mis zapatos de novia eran muy bonitos sí, pero demasiado "de novia", con lo que no han vuelto a salir de la caja desde el día que me casé.

Y ya os digo, eran unos peeptoes sandalia con un lacito delantero, muy lady y muy coquetos. Pero seguramente hoy escogería un zapato que pudiera reutilizar, aunque el precio fuera un poquito más elevado. Y ya puestos a pedir, elegiría uno de mis 5 fetiches.

Mi marido es periodista deportivo en una emisora de radio nacional, con lo que su trabajo no entiende mucho de horarios ni calendarios. Es decir, no trabaja de 9h. a 18h. de lunes a viernes en una oficina. Muchas veces ni yo misma sé cuando se va ni cuando va a volver, ni dónde está. También es cierto que yo no soy muy amante de "las pelotas", fútbol principalmente, y no sé cuando hay partido, cuando no lo hay...

Y luego mi trabajo desde hace unos años no se ciñe tampoco a un horario concreto. Mi madre me dice: "hija, siempre estás trabajando" y lo cierto es que como me gusta mucho lo que hago, no me doy cuenta de que existe un mundo más allá del portátil y que yo solía tener una rica vida social. Y que la tengo, pero a veces me he pasado el fin de semana sin quitarme el pijama en casa trabajando, sin darme cuenta, y ha llegado el domingo por la noche con mi cara de: ¿pero cómo? ¿qué mañana ya es lunes otra vez? Que mi marido trabaje los findes retransmitiendo partidos ayuda a que eso pase. De hecho ahora mismo son las 21.24h. y yo estoy trabajando y mi marido aún no ha llegado :-)

Cuando a mi bandeja de entrada llegó un email de la fotógrafa María Cano, de Keisy&Rocky, diciéndome que hacía 2 semanas que había perdido a Keisy, su perrita, lloré. Soy así. Cuando se trata de peluditos, no lo puedo evitar. Nunca la ví, nunca conocí a Keisy, pero en ese momento era como si una pequeña parte de mí, por dentro, se encogiera.

Y entonces, pasó lo que me ocurre algunas veces, que me imaginé ese día, ese fatídico día que llegará más pronto de lo que yo desearía, en el que mi pequeña Kira ya no estará, y ya no habrán más fiestas al llegar a casa, ni más rabito muñón moviéndose, ni más besitos de lengüina, ni más rasquis de tripita... Sé que será difícil, muy difícil. Sé que me costará superarlo, seguramente más de lo que me ha costado superar otras pérdidas.

Kira ha sido el mejor regalo que me han hecho nunca, de largo. Ya lo sabéis, no es la primera vez que os lo digo. Mi vida es mucho mejor desde que está en ella. Las tardes de invierno, de sofá y mantita, con un cacao calentito, enroscada junto a mí mientras esperamos que mi marido vuelva de trabajar; las siestas de verano nariz con hociquito, los paseos de despejarse y pensar persiguiendo palomas, las sesiones de morder orejitas y trufa... Cómo era aquello... ah! Sí... "cuanto más conozco a las personas, más quiero a mi perro". Pues tal cual. Algunos se creen que estoy chalada. Y a mí me parece que los chalados, rarunos y oscuros son ellos. No sé cómo ni dónde, pero quiero tatuármela, para verla toda mi vida, cuando ya no esté, y recordar cada segundo que ella me regaló, seguramente sin ella saberlo, los años más felices de mi vida. Sí, ya, vendrán otros años felices, de otras maneras, pero estos... estos no los olvidaré jamás. Sé que sólo los y las que tenéis peluditos sois capaces de entenderme.

Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al final del mes de agosto. Pero eso no significa ni que se termine el verano, ni mucho menos, las bodas. De hecho, septiembre y octubre son mis meses favoritos para casarse, y también para asistir a una boda como invitada, porque todavía hay mucha luz hasta tarde y la temperatura es muy agradable, ya que todavía no hace frío pero tampoco ese calor agobiante de los meses más veraniegos.

El verano me ha traído a la mente cada día bodas en la playa, junto al mar, justo antes de la puesta del sol. Sin embargo, estas últimas semanas en las que el tiempo ha cambiado un poco en la ciudad, trayendo días más fresquitos, he pensado mucho en lo bonitas que son las bodas en la montaña, entre naturaleza viva, como la que hoy os enseño.

Ari y Javi se conocieron gracias a un erasmus y aunque dicen que las relaciones a distancia no funcionan nunca, no es el caso de esta historia transoceánica que acabó en boda. Una boda preciosa entre girasoles organizada desde la distancia en la que se mezclaron tradiciones catalanas y panameñas.

Con el Hotel HUSA Sant Bernat del Montsey de escenario, los novios imaginaron junto a los wedding planners Perfect Day WP un montón de detalles únicos y personales: barra de limonada, sobres de confetti, pai-pais para las invitadas, velas personalizadas, un mapa para dejar mensajes, mermelada casera para los invitados, una riquísima mesa dulce, una mesa en U, un nidito de amor coronando la tarta nupcial, photocall con pelucas y accesorios divertidos... Y junto a ellos, los videógrafos Bésame Tonto y las fotografías de 274 Km.

Todos los años echo un vistazo a las rebajas en busca de vestidos de novia económicos para enseñaros. Las que sois habituales, sabéis que siempre me fijo en Mango, porque en sus rebajas se pueden encontrar vestidos que bien podrían ser de novia, una novia que no quiere un vestido tan convencional, o que quiere un segundo vestido para el baile.

Aquí encontraréis unas cuantas opciones, que podéis comprar online (eso sí, rápido porque quedan pocas tallas) y que abarcan muchos estilos: largos, cortos, de tirantes, con mangas, con encaje, sencillos, más formales... y todos tienen ahora mismo precios inferiores a los 50 euros. Espero que os ayude a encontrar un vestido diferente para vuestra boda :-)

La vida es una verbena, que decía Lucía Be, pero una boda... una boda también. El verano es, sin duda, ideal para las bodas al aire libre y las cenas bajo bombillitas de luz y farolitos.

Como en esta boda en Mas Pujol que hoy os enseño, y en la que los novios se encargaron de la decoración, hasta el más mínimo detalle: banderines, pompones, bengalas... una auténtica verbena de verano. El vestido de novia es de La Sposa, el catering de Sauleda y las fotografías de Laia Ylla Foto.

Hace mucho que quería escribir este post. Nunca encontraba el momento ya que siempre había un contenido más de actualidad y que primaba. Pero como este mes es tranquilito y yo estoy en la ciudad trabajando, creo que ha llegado la hora de hablar de algo de lo que tengo una opinión muy bien formada: las despedidas de soltera.

Yo no voy a despedidas de soltera. O más bien voy a muy pocas, sólo a aquellas razonables. Este es un post personal, con una opinión personal extraída de mi experiencia. Espero que nadie se moleste, ni pretendo que nadie se de por aludida. Sólo quiero expresar mi opinión en "mi casa", en mi espacio, que para eso es mío :-)

Que llamen a tu puerta y aparezca un súper desayuno a domicilio para dos es, sin duda, la mejor manera de empezar el día. Matías Buenos Días se dedica precisamente a eso, a endulzar las mañanas de todos aquellos que tienen la suerte de recibir un detalle como este.

Es su web podréis encontrar algunas cajas de desayuno ya montadas, pero también podéis hacerla vosotros mismos, con todo aquello que os apetezca: zumo, bollería, fruta, embutido, refrescos, chuches, bombones, cava, tés, yogurt, mantequilla y mermeladas riquísimas, panecillos, galletas... Además, le podemos añadir también tazas y pegatinas con mensaje, flores y prensa.

Me parece un regalo original para novios, por ejemplo, para la misma mañana de la boda, que el novio y la novia, cada uno en la casa en la que se estén preparando, reciban un suculento desayuno para coger fuerzas para el gran día que les espera. Incluso a la novia le podemos adjuntar una rosa y su revista femenina favorita para que la ojee mientras la peinan y la maquillan, y al novio le podemos enviar un periódico deportivo, por ejemplo. También podemos adjuntar una nota, deseándoles a ambos que disfruten de su último desayuno de solteros.

Una masía centenaria rodeada de avellanos; una novia con corona de flores y cuñas; un novio con calcetines de corazones; mucha lavanda; una ceremonia al aire libre; unas cervecitas antes del Sí Quiero; mesas de madera y botellas de vino como meseros. Y luz, mucha luz. Y amor.

Así es esta preciosa boda celebrada en L'Avellana (Más d'en Cabré), con una novia vestida de Otaduy y con ramo y tocado floral de Mireia Abras. Las fotos son de Lara López.

Colaboradores:

• Vestido Novia: Otaduy.
• Preparativos Novio: Casa Saulere.
• Maquillaje & Peluquería: Rebeca Torres Makeup.
• Ramo y Tocado: Mireia Abras.
• Lugar & Decoración: L’Avellana.
• Catering: Cal Blay.
• Video: The Visual Partners.
• DJ: Más & Más (Nacho Lascasas Signes).
• Fotografía: Lara López.