Me encanta el vino. Cuando era más joven y salía con mis amigas de bares, siempre me pedía una copa de vino, generalmente blanco. Mis amigas me tachaban de sibarita, pero a mí era lo que más me gustaba. Hoy he ampliado un poco mis bebidas favoritas, incluyendo la cerveza, el gintónic o los mojitos en verano, pero una buena copa de vino siempre está ahí, blanco, tinto o rosado, según el día y el momento.
Tomarme una copa de vino con una amiga en una terraza, mientras leo mi libro favorito o durante un baño relajante al llegar a casa después de una semana caótica, son de mis planes favoritos. Por eso siempre digo que si alguien me tiene que hacer un regalo, una botella de vino o algo relacionado con él, me hace muy feliz.
Como se acerca San Valentín, os quiero proponer 6 regalos que giran en torno al vino con los que, por lo menos a mí, me consiguen enamorar.