A todo el mundo le gusta hacerse fotos. Vale, no es verdad. Hay gente, mi marido es un perfecto ejemplo de ello, que odia las fotos. Todavía me echa en cara de vez en cuando que, según él, lo tuve 2 horas en la boda haciéndose fotos sin poder estar con su familia y sus amigos.
A mi me gusta, no sé por qué, y eso que de pequeña las odiaba y siempre ponía morros o eso dice mi madre. Quién lo diría ahora, que veo una cámara y me emociono :-) pero reconozco que eso de ponerse delante de una y posar, es decir, poner "cara de foto", no es fácil para todo el mundo.
Pero estamos hablando de una foto formal. La cosa cambia cuando se trata de fotos más distendidas. Porque, y eso lo tengo claro, todos tenemos un pequeño payaso dentro al que le encanta salir de vez en cuando, y es ahí, precisamente, donde entra en juego el photocall.
Esta palabreja tiene sus orígenes en las glamurosas alfombras rojas, en las que las celebrities posan en una pared llena de publicidad (que las marcas pagan, y una pasta por cierto) para luego aparecer en las revistas del corazón y las páginas de gente de la prensa.
Y precisamente, desde hace unos años, el mundo de los eventos y también de las bodas, lo ha adaptado para inmortalizar momentos y a sus protagonistas. En las bodas, sobre todo, es ese instante del que os hablaba en el que dejamos escapar nuestro lado más bromista y canalla, para hacernos fotos divertidas y llevarnos un bonito recuerdo a casa.
Se trata de una gran lona o similares que podemos personalizar totalmente para hacernos fotos con los amigos o los novios con todo el atrezzo (gafas, pelucas, bigotes, sombreros, naricitas de clown...) que nos podamos llegar a imaginar. Nunca hay demasiado atrezzo :-)
Existen miles de formatos pero hoy quiero hablaros de los photocalls de Photocallblog y daros 5 razones de peso que demuestran que necesitáis uno de sus photocalls en vuestra boda.
- Porque tienen un montón de modelos, tanto clásicos como más actuales, y todos personalizables a vuestras necesidades. Los podéis ver aquí.
- Porque no sólo crean photocalls estáticos, sino también troquelados como marcos de Instagram y de Polaroid que pueden personalizarse con hashtags, nombres, likes, frases...
- Porque sus precios son muy asequibles, con lo que no supone un súper gasto más en la boda.
- Porque su impresión es de primerísima calidad.
- Porque vuestros invitados se divertirán, se lo pasarán genial jugando a hacerse fotos y tanto ellos, como los novios, tendrán un bonito recuerdo personalizado en sus cámaras o teléfonos móviles.
Pensad también que puede ser un regalo perfecto y original para los novios. Yo es otra de las cosas que sin dudarlo no descartaría en mi boda. Yo no tuve un photocall y os aseguro que me arrepiento. ¡Que no os pase lo mismo!
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