Protectores de tacones para las invitadas a la boda

By Sonia Marnez - 11:08


A quién de vosotras no le ha pasado alguna vez, llevar taconazos de aguja en una ceremonia o cóctel al aire libre. El césped, la gravilla, la arena de la playa, el barro, las piedras... hay superficies complicadas para los tacones. Yo lo he vivido. Recuerdo una boda a la que asistí como invitada en la que lo pasé francamente mal. La boda era en un castillo y para llegar desde abajo a la zona de la ermita y cóctel había que encomendarse a todos los ángeles de la guarda que se os puedan ocurrir. 

Escaleras de rocas discontinuas, camino de tierra, más escaleras de rocas discontinuas... y yo con mis súper taconazos divinos de la muerte de 13 cm. No os lo podéis ni imaginar. Pensé que nunca llegaría arriba entera y que ese día volvía a casa con una pierna rota. Lo pasé mal, os lo juro. Tanto que, como lo que sube, baja, a la hora de marcharme, para bajar, me quité los zapatos y caminé por todas esas superficies tan hostiles descalza. Me clavé mil cosas en los pies, pero por lo menos no me abrí la cabeza que era lo que muy probablemente podría haberme pasado. Las papeletas las tenía todas.

Os aseguro que eso no me vuelve a pasar. Nunca más. En ese momento pensé lo fácil que habría sido poner un cesto a la entrada con bailarinas de repuesto, como las de Bailarinas Plegables, de las que os hablé aquí, y que os recuerdo que hay un sorteo todavía activo de 2 pares en el blog. Y otra solución muy asequible y muy efectiva son los protectores de tacón, que también podéis encontrar en www.bailarinasplegables.com. Hay un montón de formas de incorporarlos en la boda, por ejemplo en cajas de madera o cubos de latón decorados para que cada invitada coja los suyos, según el grosor de su tacón, ya que existen en talla pequeña, mediana y grande, y vienen en unas bolsitas de organza ideales para el regalo a las invitadas de la boda. Los podéis adquirir aquí.


Las taconeras o protectores para el tacón son una especie de tapón de plástico que se coloca en la punta del tacón para evitar que este se clave y ayudar a andar mejor por terrenos difíciles. Se colocan muy fácilmente y nos pueden ahorrar más de un disgusto y molestias.

Como os decía, a mí ya no me pasa más, porque además caben en cualquier bolsito de boda, con lo que cuando pasamos a un terreno más estable, como el comedor de la comida o cena nupcial, nos los quitamos y los guardamos tan ricamente. Novias, tenedlo en cuenta como regalo para las invitadas y si no, invitadas, haceros con un par y llevadlos con vosotras. Nunca se sabe y si os encontráis en una situación como la mía alguna vez, me lo vais a agradecer.
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1 comentarios

  1. Al leer la historia se nos ha dibujado una sonrisita de esas de "a mí esto también me ha pasado". Podemos reconocernos totalmente en lo que cuentas y has sabido plasmarlo a la perfección! Un beso y ¡que nada nos hunda! :D

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