Me llamo Sonia, tengo 38 años y soy de Barcelona. Soy periodista desde hace 20 años y estoy casada con un periodista deportivo. Aunque ahora me dedico a otra rama, mis inicios en esta profesión fueron como reportera de informativos para una cadena de radio nacional, La Cope. Yo tenía 24 años y cursaba mi último año de carrera (sí, los periodistas vamos a la Universidad, aunque algun@ no lo crea). Recuerdo esa época como aquella en la que aprendí todo lo que sé sobre periodismo, más que en las aulas, la verdad. Pero también la recuerdo como una época dura. Informativamente hablando viví uno de los años de más auge en Barcelona de la banda terrorista ETA. También viví el 11S. Lo recordaré toda la vida. Volvía de cubrir la tradicional ofrenda en el monumento de Rafael de Casanova durante La Diada. Nunca, nunca, nunca voy a olvidar esas imágenes de la tele de la redacción, en las que un avión chocaba contra la segunda torre gemela de NY (el choque de la primera no lo vimos, obviamente). Desde aquel día no he vuelto a ser la misma. Tampoco he vuelto a ser la misma, como os decía, después de aquellos meses de muertes, bombas lapa, asesinatos... Os confieso que, para alguien demasiado sensible como yo, hacer este trabajo no es fácil. Os diré que más de una vez había acabado medio llorando en directo. Al final, una antes que cualquier otra cosa, es persona.
Ya casi ni me acuerdo de la última vez que hice vacaciones en agosto. Realmente, desde que trabajo como freelance (muchas me entendéis), nunca he vuelto a tener unas vacaciones tradicionales. Las tres semanas de rigor sin hacer nada de trabajo. Pero no me importa, porque para mí el cambio ha supuesto muchas más ventajas que inconvenientes. Es verdad que siempre estoy trabajando, pero también es verdad que por mi tipo de trabajo puedo trabajar en cualquier parte del mundo donde tenga un enchufe y una conexión a internet.