Parece mentira que ya hayan pasado 365 días. Recuerdo perfectamente el año pasado, la misma situación, delante del portátil, haciendo balance del año y escribiendo mis sueños y propósitos para el 2014 (aquí). ¿Os cuento un secreto? Cuando llega este día, tengo dentro una especie de sentimientos encontrados. Por un lado, me siento bien y feliz porque un año más significa que aquí seguimos, batallando, y eso es muy importante, mucho. Por otro, se me pone un nudo en la boca del estómago que me impide respirar mientras pienso, "uno menos". Otro a tachar en el calendario vital. Con todo lo que eso conlleva, uno menos para mí y para todos los que quiero. El reloj no se para. Así que, al final, me bebo un vaso de agua, me suelto el pelo, me pinto la raya del ojo y salgo a la calle a gritarle al mundo que, una vez más, voy a por todas.
El 2014 ha sido un buen año. Mentiría si dijera lo contrario. No ha sido todo lo genial que hubiera querido, pero ahí viene otro para intentarlo de nuevo. Recuerdo el 2013. Todo el mundo andaba tan decaído, tan triste... todo el mundo deseando que terminara y que una nueva ventana se abriera para arrojar un poco de luz y esperanza a estos años de recesión que arrastramos. El 2014 ha sido mejor, en general. Nos ha dado un poco de tregua y, hasta hemos empezado a ver esa luz de la que os hablaba el año pasado al final del túnel. Pero esto es como todo. También sé que muchos desean cerrar el capítulo 2014 y abrir uno nuevo para tener una nueva oportunidad. En este 2014 muchos han perdido a alguien importante; otros han puesto punto y final a aquella relación o matrimonio de hace años; el trabajo se ha terminado para otros tantos; aquel gran amigo por el que hubieras dado la vida ha resultado ser un fraude... pero, por contra, el 2014 ha traído la ilusión a muchos hogares en forma de bebés, y para otros en forma de un positivo en un aparatito con rayitas; otros han vuelto a trabajar después de años; otros, grandes valientes han tomado grandes decisiones y han decidido arriesgar y emprender, "¡qué locos!" pensaron algunos... pues bendita locura; otros han dicho "Sí Quiero" al amor y otros encontraron nuevos amigos de los buenos, de los que llegaron para quedarse... Como veis los años y los balances son tan dispares...
Mi 2014 ha sido, como os decía, un buen año. Un año en el que me propuse muchas cosas. Algunas las conseguí, y estoy súper orgullosa de ello. Otras no, pero no pasa nada, tengo 365 días para volver a intentarlo y... ¡lo voy a conseguir! A veces hay deseos que no son tan sencillos, pero hay que seguir, seguro que encontramos la manera. En el 2014 he luchado mucho. Y me he dado cuenta de que, cuando mueves el culo, las cosas pasan, más lentas, más rápidas, pero pasan. Nadie dijo que fuera fácil. Nadie dice que tengamos que cumplir todos nuestros propósitos mañana día 1. Pero para que las cosas sucedan, hay que hacer que sucedan. Como escribía Antoine de Saint-Exupéry en mi adorado El Principito, "caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos". Así que dejémonos ya de miedos y de vergüenzas, de "para qué si no lo voy a lograr" de "ya está bien así, si ya me funciona".... dejemos las excusas, los comodismos, y atrevámonos, volvámonos loc@s sin pensar en nada más, ni el que dirán. Sólo pensemos en vivir.
Mi 2014 ha sido, como os decía, un buen año. Un año en el que me propuse muchas cosas. Algunas las conseguí, y estoy súper orgullosa de ello. Otras no, pero no pasa nada, tengo 365 días para volver a intentarlo y... ¡lo voy a conseguir! A veces hay deseos que no son tan sencillos, pero hay que seguir, seguro que encontramos la manera. En el 2014 he luchado mucho. Y me he dado cuenta de que, cuando mueves el culo, las cosas pasan, más lentas, más rápidas, pero pasan. Nadie dijo que fuera fácil. Nadie dice que tengamos que cumplir todos nuestros propósitos mañana día 1. Pero para que las cosas sucedan, hay que hacer que sucedan. Como escribía Antoine de Saint-Exupéry en mi adorado El Principito, "caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos". Así que dejémonos ya de miedos y de vergüenzas, de "para qué si no lo voy a lograr" de "ya está bien así, si ya me funciona".... dejemos las excusas, los comodismos, y atrevámonos, volvámonos loc@s sin pensar en nada más, ni el que dirán. Sólo pensemos en vivir.
Este 2014 me deja cosas y momentos increíbles. Ha sido, sin duda, el año de abrir los ojos. Y ya no los pienso volver a cerrar. Si quieres, puedes, y si puedes, hazlo. Pero el 2015... al 2015 me lo voy a comer, si me dejan, y si no... ¡también!
Sólo me queda desearos un nuevo año lleno de nuevas oportunidades, en todos los sentidos. Lleno de sueños, nuevamente, sueños alcanzables y sueños locos. Ya os lo dije una vez, soñar es gratis, de momento. Y si no llegamos... no pasa nada. ¿Y si nos equivocamos?, ¿y si nos caemos?... pues si nos caemos nos levantaremos y si nos equivocamos, aprenderemos grandes lecciones para la siguiente vez. Y que en esta vida, todo tiene solución, y si no la tiene, esa ya es la solución. Un pañuelo, nos secamos las lagrimas y a por otra, que son pocos y cobardes. Que nadie nos levante la voz.
Volviendo con de Saint-Exupéry, "me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya". Espero que en este 2015 encontréis la vuestra, vuestra estrella, se llame bebé, se llame trabajo, se llame proyecto, se llame amor, se llame amigo... y recordad, que para brillar, es necesaria la oscuridad.
Feliz nueva oportunidad. Feliz volver a empezar. Feliz 2015.
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