Para la 42º edición ADLIB, Charo Ruiz inauguró la pasarela proyectando su creatividad en el efecto tatuaje que crean las transparencias sobre la piel de la mujer, a base de hilo de algodón y lamé blanco, dorado, plateado y negro, bordado en toulle de seda definiendo las siluetas con minúsculos cristales. Piezas en las que incorpora nuevas técnicas para sus colecciones de fiesta y que adapta al resto de sus líneas de producto.
Incorpora influencias orientales a su fiel estilo ibicenco a través de mangas japonesas, minivestidos de corte kimono, bordados con brillo, líneas rectas y precisas que confeccionan una colección muy sofisticada.
Los looks sobre esta pasarela los completaron las exquisitas joyas del magistral diseñador y artesano Anton Heunis.
Los delicados tocados fueron de Anïburech que una vez más colaboran con la diseñadora ibicenca. Charo Ruiz y la refinada firma sevillana especialista en adornos, han participado juntas anteriormente en desfiles y editoriales para VOGUE.
Los zapatos, seis piezas de auténtico lujo, cortesía de Jimmy Choo perfilaron el look perfecto en exclusiva para esta colección especial de Charo Ruiz.
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