A veces veo unas bodas tan especiales, tan llenas de detalles, tan bonitas... que me entra una nostalgia increíble y sólo quiero que volver a casarme. Como ya os he dicho muchas veces, mi boda fue perfecta, pero me encantaría poder volver a vivir ese día en otro escenario. El campo, por ejemplo, como la boda de Miriam y Roger que hoy os enseño en el blog a través de las preciosas fotografías de 274km.

Se prometieron en París y se casaron un soleado 6 de julio en La Tria, una encantadora casa en medio del campo, rodeada de sauces llorones, caballos... y mil detalles que prepararon junto a los wedding planners Madera y Chocolate. 

Realmente, esta boda fue más bien un weekend wedding, ya que los novios alquilaron habitaciones para sus invitados y pasaron allí todo el fin de semana. Este es un concepto que cada vez veo más y que me parece sensacional. Despertarse en el campo, después de todo un día y noche de fiesta, un chapuzón en la piscina para despejarse y hacer un barbacoa con los amigos recordando los mejores momentos de la boda, me parece un idea muy a tener en cuenta.

Y la cena al atardecer y la fiesta posterior, al aire libre, con un setting inspirado en París, donde tuvo lugar la pedida de mano, centros de mesa con botes de cristal reciclados, encaje y cuerda, muchas velitas, mensajitos para los invitados en los marca sitios y con muchas sorpresitas como el regalo de los amigos a los novios... ¡un coche!

No faltó un candy bar, detallitos para los invitados como semillas de clavel, licor de naranja, alpargatas para las invitadas, atrezzo para el photocall... os podéis hacer una idea de esta boda perfecta gracias a las fotos de Gala y Sergio de 274km, que me parece que trasmiten toda esa emoción, diversión y detalles a la perfección.