Una vez alguien me preguntó sobre sin qué no podría concebir la vida. La música es una de esas cosas a las que me costaría renunciar. Las que lleváis un tiempo por aquí conocéis mi pasión por las artes escénicas y por el baile en particular. Como digo siempre, quise ser artista y me quedé en periodista, que al menos, acaban igual :-) Bailé durante muchos años pero tengo una lesión en el hombro y lo tuve que dejar. Aún así, a veces encuentras a alguien que, aunque sea por un momento, te permite volver a recordar viejos tiempos. 

El equipo de Baila Tu Boda realiza una labor para mí muy especial: enseñar a bailar a los novios. Y más que enseñar a bailar, lo que hacen es ayudarlos a realizar con éxito ese baile nupcial con el que desearían sorprender a sus invitados. El baile de la boda no tiene que ser un mal trago, ni tampoco una frustración. Tiene que ser divertido, emotivo, cómplice, mágico... No hace falta ser Fred Astaire ni Ginger Rogers. Sólo hay que querer, apetecer hacerlo. Y, por suerte, si no sabéis por dónde empezar, cómo hacerlo, Vanessa y su equipo os pueden ayudar. Estáis en buenas manos, os lo aseguro. Vanessa se dedica al baile desde los 16 años. Es una persona metódica, organizada, generosa, imaginativa, tenaz y constante, considerada, cariñosa, comprensiva... Nada que ver con la profe de Fama :-) 

Hace ya tiempo que colaboro con ella y con su equipo para mostraros un poquito de esa magia, de lo que podrían hacer por vosotros para encontrar vuestro baile perfecto. Si recordáis, hace más de un año os enseñaba una coreografía muy divina junto a su equipo de bailarines. Podéis recordar mi particular Vogue con ellos aquí.

En esta ocasión, Vanessa ideó una coreo con Moulin Rouge como protagonista, en la que, por unas horas, me convertí en Satine, el personaje que interpreta Nicole Kidman en el film, para hacer una versión que Vanessa ideó en 3 partes, 3 momentos, 3 escenas. La escenografía es toda de Noelia de Decolorlavanda, que recreó 3 espacios simulando los cabarets parisinos de la época victoriana en los que en sus inicios, personajes de dudosa reputación se reunían a beber y a encontrarse con mujeres de mala vida. Letras luminosas, perlas, plumas, terciopelo, habanos... y el gusto de Noelia por combinarlo todo.

No os voy a mentir. Ya no tengo 20 años. y mi cuerpo ya no es lo que era. Bailar durante horas es agotador, pero los bailarines de Vanessa me hacen sentir joven. Me hacen sentir que, aunque ya vaya camino de los 40, todavía puedo hacer lo que más me gusta. Que nunca nadie os diga que no tenéis edad para hacer algo. 

El vídeo, la iluminación y la edición es de About You, a los que tuve la oportunidad de ver en directo cómo trabajan y cómo editan y me encantó lo que hacen. Os enseño el trabajo que hicieron y también todo el making off a través de las preciosas fotografías de Laura Chacón Photography. Espero que os guste. Fue un gran trabajo con un gran equipo. Gracias a todos por dejarme ser, por unas horas, lo que siempre quise ser.