Uno de los planes románticos en pareja que más me apetece siempre son aquellos que implican relax. Cuanto más tiempo pasa, más se acrecienta esa sensación. Os decía el otro día que estoy algo cansada y que los últimos meses del año van a a ser intensos, y aunque no puedo quejar en absoluto, unas pequeñas inyecciones de calma y bienestar me ayudan a reponer fuerzas y continuar.
Hace unos días mi marido y yo pasamos una mañana de amor y mimos en el recién estrenado Aire de Vallromanes, un spa de lujo perteneciente al grupo Aire Ancient Bath, que cuenta con spas en Sevilla, Barcelona, Almería, Vallromanes, Nueva York, y pronto en Chicago y París.
El concepto de spa de este lugar, de todos los del grupo, es totalmente diferente a cualquiera de los que haya estado. Se trata de un auténtico templo de relajación, calma y serenidad, inspirado en los antiguos baños griegos y romanos, con espacios en los que descansar cuerpo y mente aprovechando las milenarias tradiciones del agua y los contrastes de temperatura como elemento relajante y de salud.
El centro, construido en una antigua masía de 1947, se encuentra a unos 25 km de Barcelona, en un paraje idílico rodeado de naturaleza, cerca del Parque Natural de La Serralada, donde hace tiempo se encontraba un asentamiento romano. Además el complejo complementa la experiencia de bienestar global con un restaurante de comida orgánica y un hotel ecológico, el Hotel Mas Salagros.
Una de las cosas que más valoro de este lugar es que tienes allí todo lo necesario. Es decir, me agobia mucho ir a un spa con la maleta, como si te fueras dos días de viaje, cargando con toalla, chanclas, champús, cremas, secador... En este spa y los del resto del grupo sólo necesitas llevarte el bañador (aunque si por casualidad te lo olvidas, disponen de bañadores nuevos para darte sin coste añadido alguno), porque todo lo demás lo tienes allí. En el precioso vestuario encontrarás dentro de tu taquilla un albornoz, una toalla, un peine y las zapatillas antideslizantes para las piscinas. A la hora de la ducha, tienes a tu disposición chapú, body milk, espuma de pelo, desmaquillante, bastoncitos de oídos y, para mí algo súper importante, secadores potentes y profesionales para secar completamente mi melena.
Mi marido y yo disfrutamos de un completo, masaje relajante espectacular, desde los pies hasta la cabeza; nos relajamos en sus salas de descanso tomándonos una copa de cava y unas trufas heladas y también un rico té moruno con menta. Y pudimos también experimentar su circuito de aguas termales con las piscinas de agua fría, agua caliente, baños de burbujas, hammam, sauna y un baño de sal en el que flotamos como si estuviéramos en el mismo Mar Muerto. También disponen de una piscina climatizada exterior en la que es una delicia relajarse con vistas al bosque.
Sin duda es uno de mis planes románticos favoritos en pareja, y también un regalo perfecto para novios y no novios. Os lo recomiendo.
1 comentarios
Walaaaaa que envidia y qué maravilla poder disfrutar de una sesión de relax
ResponderEliminar