A la hora de casarnos, sin duda, uno de los temas más importantes en la boda es el lugar en el que la vamos a celebrar. 

Cuando mi marido y yo nos casamos, buscábamos un lugar especial, un lugar que nos hiciera sentir algo, un lugar que nos dijera: "es este". Y lo encontramos. Pero últimamente he tenido esa misma sensación con un sitio mágico: el Castillo de Buen Amor.

Así que gracias a Piluca, la bisnieta de los propietarios, os voy a acercar un poco más a este lugar que me ha cautivado y que se encuentra en plena dehesa salmantina.

El Castillo de Buen Amor es una posada en medio del campo, con lo que eso supone en cuanto a tranquilidad, paz y silencio. Un lugar perfecto para desconectar un fin de semana especial, romántico... perfecto para ir en pareja antes de la boda o para celebrar vuestro aniversario de boda. Yo ya lo tengo fichadísimo para esto último :-)

Además de descansar en el hotel, también podéis visitar Salamanca, cosa que si no habéis hecho, os recomiendo muchísimo. Me encanta esta ciudad. Estuve hace unos años cuatro días, por trabajo, en un congreso en la universidad. No tuve mucho tiempo para disfrutarla, pero me encantaba ir cada mañana temprano desde mi pequeño y coqueto hotelito en el centro, por todas aquellas calles antiguas, hasta la universidad. Y cuando caía la tarde y regresaba dando un paseo, la plaza a la que daba mi balcón se llenaba de vida estudiantil, cenas de productos de la tierra y buen vino. Os recomiendo Salamanca.

Volviendo al castillo, deciros que se trata de un edificio declarado Bien de Interés y, por lo tanto, está protegido por la legislación de Patrimonio Histórico y no se puede tocar nada de su estructura, lo que garantiza que el conjunto sea original 100%. 

Nació como fortaleza militar en el s XI, aunque fue reformado en el s XV para convertirse en casa palacio. Hoy, se trata de una empresa familiar, que los bisabuelos de Piluca compraron por allá por los años 50 y en 2003 lo convirtieron en hotel. 

Dispone de 40 preciosas habitaciones, todas distintas y muy acogedoras. Algunas habitaciones tienen techos abovedados, otras el torreón como terraza privada, con vigas de madera originales.


El restaurante, está situado en las antiguas caballerizas y está completamente abovedado. Y su cocina... ¡aquí os dejo unas muestras!

En los jardines de alrededor hay un lago, un laberinto de setos, un estanque y 7 hectáreas de viñedo, para que los huéspedes puedan dar un paseo y disfrutar del campo y la naturaleza.

 Obviamente, con este marco incomparable, se convierte en un lugar perfecto no sólo para escapadas de fin de semana, sino también para celebraciones especiales, como una boda. El entorno, el lugar, su cuidada cocina y las instalaciones, hacen que una boda se convierta en un momento mágico. Y como disponen de diferentes estancias, cada boda es única y personal.

Nota: las fotos de este post son propiedad de Castillo de Buen Amor y no pueden ser utilizadas sin su consentimiento previo.