Siempre que veo un palet me acuerdo de dos de mis amigas. De Elena, ella sabe porqué jejeje y de Dominique (os la presenté en un post y podéis verlo haciendo click AQUÍ), porque siempre que ve uno en la calle se lo quiere llevar a casa :-)

 

La verdad es que al principio nunca le hubiera encontrado el qué a estos grandes trozos de tablas de madera... pero con el tiempo, me he dado cuenta que con ellos podemos hacer auténticas maravillas para decorar nuestra boda o nuestra casa.

 

La forma de trabajarlos es muy sencilla: lijar bien el palet para que no quede ninguna astillita. Pintarlo del color que queráis (madera o color), dejarlo secar, pintar una capa de esmalte acrílico para fijar y volver a dejar secar.

 

Podemos hacer unos preciosos colgadores como estos.

 

O estas estanterías rústicas para la cocina.

Una mesita para el comedor.