Me encanta hacerme tratamientos de belleza. Bloquear un
ratito de un día en la agenda y dedicármelo a mí misma. Las semanas previas a
la boda las disfruté tanto a nivel beauty, con peelings, mascarillas, manipedi,
limpieza facial, tratamientos capilares… Lo cierto es que la mayoría de las
veces, al salir del centro, me veo la piel como más limpita, más suavita,
luminosa… pero tampoco es algo súper evidente. Es decir, estar, está; pero yo
no soy consciente de que realmente es más de lo que me imagino.
Esta impresión cambió hace unas semanas cuando visité el
Skin Genomic Center (C/ Moià, 20 Barcelona), un centro de Prima-derm (empresa pionera en el sector de la cosmética) especializado
en tratamientos cosméticos, muy completos e innovadores para la piel, con una
particularidad que a mí me cautivó: sus análisis de la piel en 3D.
Lo primero que me realizaron fue un diagnóstico de la piel,
con una máquina 3D con la que analizaron mi piel desde dentro. Es como una
máquina topográfica. Miran diferentes
aspectos como las hiperpigmentaciones, melanina, textura, poros, arrugas,
hemoglobina... y de esta manera pueden
hacerte un detallado diagnóstico con el que diseñan el tratamiento que se ajuste más a las
necesidades de tu piel.
Lo genial es que tu ves en la pantalla del ordenador el
estado de tu piel en cada uno de estos aspectos. En las fotografía, a la
izquierda veréis cómo estaba mi piel antes del tratamiento y a la derecha cómo
estaba después. Los resultados son alucinantes. Mirad por ejemplo la fotografía
de los poros (tercera de las del ordenador). Yo tengo bastantes poros (muy a mi pesar L). Mirad todo ese color
azul, ¡son poros! Y fijaros en la foto de al lado que es la que me tomaron de
la misma zona al finalizar el tratamiento. Todo ese azul ha disminuido
considerablemente. ¿Lo veis? Creo que
fue casi un 93%. Increíble.
El tratamiento ¡Sí Quiero! está pensado para las novias. Un ritual con la combinación de los mejores ingredientes antiedad,
detoxificantes, iluminadores, reestructurantes y protectores que proporciona
luminosidad y vitalidad a la piel, la mantiene suave, flexible e hidratada, mejora
la textura y tensa el rostro y difumina arrugas y líneas de expresión.
Primero se realiza en cabina una limpieza profunda del
rostro; luego se aplica una crema microexfoliante progresiva que renueva la
piel y la prepara para el tratamiento personalizado. Seguidamente se aplica un
sérum cosmetogenómico intensivo que combina una base de principios activos
ultraconcentrados adecuados a cada perfil genético y para finalizar, una crema
hidratante protectora que
actúa en sinergia con el resto de productos, fomentando la penetración y
eficacia del tratamiento personalizado.
Todos los productos utilizados en los tratamientos se pueden
adquirir en la flagship, aunque yo preferiría acudir al centro para que me lo
realizaran. Es súper relajante, con música zen y se termina con un masaje en
cuello, hombros, escote y manos. Con lo que me gusta a mi un masaje.
Como os decía los resultados son tan evidentes que realmente
sales muy consciente de que te han realizado un tratamiento buenísimo y muy
efectivo. Los días posteriores me noté la piel mucho más lisa, más luminosa y
sin tantas imperfecciones. Pero como no son apreciaciones, sino que lo pude ver y comprobar
por mí misma, todavía lo valoro más. Os lo recomiendo mucho, por supuesto a novias y a no novias.
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